Interinos pata negra
La intención de este artículo es dar a conocer una forma de enchufe que se da en la Administración. Se trata de los funcionarios interinos que por causas ajenas a sus méritos se perpetúan en su puesto, convirtiendo un empleo temporal en uno de larga duración o, en casos extremos, casi en indefinido.
Tengo que dejar claro que son casos aislados, ajenos a la inmensa mayoría de los funcionarios interinos, pero existen. Fui interino y sé lo que supone estar en esa situación laboral. Por un lado conoces la Administración desde dentro, que es la mejor forma de juzgar la conveniencia de un trabajo, y también la práctica del día a día. Pero por otro lado tienes que compatibilizar la jornada laboral con el estudio de las oposiciones, lo cual exige mucho sacrificio, y además estás en una posición débil tanto ante los compañeros que son fijos como ante los jefes. Y puedes ser cesado: por decisión de tus jefes, porque el puesto que ocupas puede volver a ser ocupado por su titular (por ejemplo vuelta de una baja por enfermedad o de una comisión de servicios), puede ser cubierto por un funcionario de nuevo ingreso, por un funcionario de carrera que ha superado un proceso de promoción interna o por un funcionario de carrera a través de un concurso. Nunca sabes lo que te va a durar.
Para entrar en una lista de interinos hay que aprobar al menos un examen pero sin obtener plaza. Si se agota la lista inicial, la Administración crea una lista de ampliación con aquellos opositores que se presentaron al primer ejercicio pero no aprobaron. En caso de agotar también esta segunda lista, suele recurrir a los parados registrados en el INEM que reúnan condiciones para cubrir el puesto.
Existen varios modos de enchufe. Uno, tener un padrino muy poderoso que mueve sus hilos para mantener a ese interino, haya entrado en la lista inicial o de ampliación, contra viento y marea, esquivando todas las posibles causas de cese que antes he enumerado. Esa persona puede estar varios años allí, de hecho hay casos de una década o más. También puede ser que una persona esté mucho tiempo en un puesto por ser un destino muy malo o porque le acompañe la suerte, no es imposible, pero cuando se repite varias veces es para pensar mal.
Otro más escandaloso consiste en gente que ha entrado por un resquicio ajeno a las listas de interinos antes explicadas. Es cuando no aparecen en las listas definitivas de admitidos del proceso selectivo ni, consecuentemente, en la lista de interinos inicial ni en la posible de ampliación ¿Los seleccionan del INEM? No es imposible, pero hay que tener ingentes toneladas de fortuna para que, sin presentarse a una oposición, se agoten dos listas de interinos (y más en los tiempos que corren, con récords de instancias), estando en el paro ser seleccionado por el INEM (¿con qué criterios?) y, rizando el rizo, nadie ocupe el puesto en cuestión durante años. Aquí el padrino también entra en juego.
Pero el mejor enchufe posible, incluso para puestos del grupo A1, se da en puestos de localidades pequeñas, situadas geográficamente lejos de los grandes núcleos de población y poco atractivas para la gran mayoría de los potenciales interinos. Independientemente de que la persona en cuestión haya accedido al puesto de una manera u otra, es más fácil que se perpetúe e incluso pueda jubilarse allí con suerte. Quizá no sea el puesto ideal que pueda obtenerse con un padrino bien situado pero puede durar mucho más.
Estas situaciones son profundamente injustas para la práctica totalidad de interinos que se están esforzando para sacar adelante una oposición mientras trabajan en la Administración, jugando limpio y en dura competencia entre sí. También es muy injusto para los funcionarios de carrera que hayan superado un proceso selectivo y ven como esos enchufados se mantienen en un puesto con ayuda externa. Y más si esos privilegiados no cumplen en su trabajo y, en ocasiones, ni siquiera echan la instancia para las siguientes convocatorias de oposiciones a sabiendas de que su puesto no corre peligro. Hay que acabar con los enchufes, no a los interinos pata negra.